“Si queremos un mundo de paz y de justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor”.

¿Debe ser distinto en el mundo empresarial?

Si queremos empresas que tengan la capacidad de adaptarse a las nuevas tendencias del mercado mediante la transformación empresarial debemos poner la inteligencia del liderazgo transformador al servicio de los demás.

Personas que mediante su motivación y compromiso sumen a una causa colectiva. Y esa causa no pueden ser los costes, operaciones, productos… esto viene después, y por supuesto, también es necesario…

No lidera quien tiene cargo sino quien pone al servicio de una finalidad superior su conocimiento, servicio y amor.

Durante el Fordismo la estrategia empezaba en las operaciones, pero en un mundo de talento y conocimiento la estrategia empresarial empieza en las personas.

¿Que sentido tiene el liderazgo si no hay una contribución clara a las personas y a la sociedad?