Una transformación empresarial no implica cambiarlo todo.

De hecho, si hubiese la necesidad de cambiarlo todo significaría que el retraso competitivo de la empresa, respecto al entorno, es muy grande, y en una época donde los ciclos de cambio son muy cortos, esto supondría el cierre definitivo de la empresa.

¿Qué cosas deben tener presente las PYMES en una transformación empresarial?

En primer lugar, la transformación no puede contemplarse como una mejora individualizada de las partes de la organización, sino que debe ser planteada como un todo, es decir, debe definirse de inicio cuál ha de ser el modelo de negocio al que aspiramos, para luego ver en qué partes de la organización hay que hacer los ajustes pertinentes.

Mejorar la eficiencia individual de las partes del sistema empresarial en una transformación no sirve de mucho e incluso puede llegar a ser contraproducente.

Adaptar la PYME a las nuevas tendencias y necesidades del mercado requiere diseñar un modelo de negocio que encaje con lo anterior, de forma que el GAP entre el mercado y el modelo de negocio sea mínimo. Estamos pues hablando de eficacia organizativa, y no de eficiencia. ¿De qué sirve mejorar algo si ello no encaja con las expectativas del mercado?

Un segundo aspecto a tener en cuenta en la transformación empresarial es la necesidad de reenfocar los sistemas comerciales. ¿Podemos seguir funcionando con las mismas estructuras, enfoques, políticas, etc.?

El mundo de la venta basado en la necesidad forzosa de vender, de las comisiones, de no poner límites, etc. ya no es útil para afrontar los cambios a los que nos vemos hoy sometidos por el mercado. Necesitamos un sistema comercial que sea acorde con las necesidades del modelo de negocio.

Hay que dejar de tratar a las personas como medio para un fin y empezar a ponerlas en primer lugar. Por eso, una transformación empresarial debe ser lenta pues es la mejor manera de obtener resultados más rápidamente. Y esto requiere que los cuadros de mando sean verdaderos líderes transformadores. Es decir que estén comprometidos y dispuestos a ayudar y con predisposición para llevar a cabo los cambios necesarios de una manera consensuada y ordenada.