ES EN LA ADVERSIDAD CUANDO MÁS PODEMOS CRECER SI NOS TRANSFORMAMOS
Esto que soy no es el cuerpo, sino una sustancia cuya esencia consiste en pensar». Descartes (Siglo XVII), demostró que dudar es también un modo de pensar, y pensar es una prueba de la propia existencia y del reconocimiento que nos permite analizar los hechos, decisiones y los resultados que obtenemos.
De hecho la ignorancia frecuentemente genera mucha más confianza que el conocimiento. Uno se siente más cómodo y seguro si no ve nada (La Caverna de Platón) y, por lo tanto, ser ignorante genera una determinada confianza ilustrada en uno mismo.
Tampoco es un tema de fe, la fe (confiar en que las cosas irán mejor) en momentos disruptivos no funciona porque nos enseña a estar satisfechos sin entender lo que está sucediendo, y esta fe trasciende a nuestra responsabilidad.
De hecho, la fe es el encaje entre lo que pasa ahí fuera y la esperanza de que algo mejor sucederá. Y esto es un grave error.
Tener fe y confiar que las cosas se arreglaran…, sabes bien que esto no funciona. Pero tener fe en uno mismo es distinto, te permite analizar, pensar, decidir, y esto es crecer.
Analizar los hechos nunca puede ser un acto de fe, sino de rebeldía, de introspección, de análisis, de hurgar en nuestras dudas, miedos, etc. pues como decía Descartes, dudar es también un modo de pensar, y pensar es una prueba de la propia existencia.
Si no actuamos como pensamos, vamos a terminar pensando como actuamos, y esto es muy peligroso ya que nos aleja de nuestro verdadero crecimiento.
La fe y los conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar requiere de introspección y pensamiento crítico con uno mismo, y esto ya no es fe, es aprendizaje.
Si no sabes lo que quieres va a ser muy difícil decidir bien. Decidir, implica primero orientar tu vida en sus distintas facetas, y debe haber tantas orientaciones como facetas.
Por lo tanto, el arte de pensar conlleva en cualquier circunstancia de tu vida tener muy claro lo que necesitas y lo que no, porque si sabes lo que necesitas cometerás errores pero aprenderás. Si te centras en lo que no necesitas será un esfuerzo infinito que te alejará de tu centro.
Vivir una vida buena y no una buena vida depende de nuestra coherencia entre aquello que necesitamos como finalidad y el cómo actuamos para obtenerlo.
No escuches lo que dice la gente; solo observa cómo se comporta pero toma tus propias decisiones y no dejes que otros las tomen por ti.
Aprender a crecer es estar abierto al mundo, a los cambios, a la adversidad, etc. siempre fue así y siempre será así. Experimenta con cosas inciertas que van más allá de tu propio conocimiento.
Carpe diem! Mis mejores deseos para las grandes oportunidades que se nos presentan.
AUTOR
Josep Pey
Desarrollo Directivo
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